19 julio 2011

¿Es objetivo decir que la objetividad existe?

A algunos les parecerá este tema un poco "ajeno" a la temática del blog, al contrario la objetividad es uno de los pilares fundamentales de la comunicación. No es necesariamente indispensable para que se pueda comunicar o informar algo (ya vimos la distinción en mi post La Información no es Comunicación) pero sí ayuda a que el acto de comunicar se acerque cada vez más hacia la realidad.

"Nuestros pensamientos deben adecuarse a la realidad y no la realidad a nuestros pensamientos"

Existen muchas tendencias sobre la objetividad. Algunos dicen que sí existe, otros que no, otros que es relativo. Lo cierto es que cada una de estas maneras de aproximarse a la realidad trae consigo consecuencias. Antes es necesario especificar el significado de algunos términos.

Objetividad: (de objetivo) perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir. Que existe realmente, fuera del sujeto que lo conoce. 
Realidad: existencia real y efectiva de algo. 
Verdad: juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.

La objetividad no existe:
Si partimos de que la objetividad no existe, lo cierto es que esa frase no es objetiva ya que se parte de una premisa que niega todo en cuanto viene después de ella e incluso a sí misma. Decir que la objetividad no existe es asegurar que el objeto en sí mismo no posee cualidades generales, reales y científicas por lo tanto el ser humano se vuelve incapaz de conocer y aprender de aquello que lo rodea o sucede alrededor. Una frase muy conocida: "la verdad absoluta no existe, y esto es absolutamente cierto". Si la verdad u objetividad no existiera, los modos de categorizar y entender la vida no hubieran llevado a los descubrimientos científicos más importantes. Es objetivo decir que una causa genera una consecuencia y no otra. Por lo tanto, es absurdo decir que si lanzo mi celular al piso no caerá. Por otro lado, es objetivo decir que si lanzo el celular al piso caerá y probablemente se romperá. 


La objetividad es relativa:
Este pensamiento es propio de quienes creen en el relativismo: todo es relativo, todo depende de cómo lo mires, todo depende de algo. Lo cual, a mi parecer, no deja de tener razón pero no se puede absolutizar. Siguiendo este pensamiento, se da pie a que no se llegue nunca a consensos para el bien común de las personas ya que, si prima el relativismo, todos verán aquello que subjetivamente piensen es mejor según su relatividad.
Un ejemplo clásico que siempre comento parte de mi experiencia universitaria: al preguntar por los profesores que me tocarían en el siguiente ciclo, muchos de los comentarios eran negativos hacia algunos docentes. Mi idea cambió al darme cuenta que, para mí, la percepción de ese profesor era bastante positiva e incluso que él era uno de los mejores. Me di cuenta después que las personas a las que les había consultado no tenían regularmente buenas notas y por lo general eran despreocupados por los estudios. Siendo así, cualquier profesor sería visto como "malo" o "exigente", y ¡cómo no! si es él, el que "me pone" notas desaprobadas. 

La objetividad sí existe:
Como lo indica la definición, la objetividad se refiere al objeto en sí mismo independientemente de la manera de pensar o sentir del sujeto. Visto de esta manera, para alcanzar la subjetividad es necesario "aislar" los sentimientos y prejuicios que puedan distorsionar la realidad (un trabajo exigente para el periodista si es que se dedica al periodismo informativo, es difícil no poner "color" a la noticia).
Es posible que un golpe sea vivido de distintas maneras por distintas personas, dependerá del umbral del dolor de cada uno pero, el dolor es efectivo y real. A y B se caen, A llora sin parar y B solo se soba el brazo. B podría decir a A: "no es para tanto, fue solo una caída" pero la experiencia  de A es mayor. Uno no puede adecuar sus experiencias personales y absolutizarlas a las demás personas, siguiendo esta idea relativista, B podría dejar a A sola con su dolor e irse tranquilamente porque el dolor de A "no es para tanto".

Tenemos que partir siempre de que nuestros pensamientos deben adecuarse a la realidad y no la realidad a nuestros pensamientos. La realidad no cambia según cómo nosotros la miremos, sería engañarse y vivir en un mundo virtual ajeno a lo real. 

Este tema "da para más", pero he querido presentar un resumen general de las tendencias sobre la objetividad. El espacio es corto y la profundización del tema, extenso. Para los siguientes artículos procuraré sustentar y complementar mejor estas ideas. 

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